En este post veremos la diferencia entre un shiitake y un boletus. A pesar de carecer de clorofila u otros pigmentos foto o quimiosintéticos, los hongos, se han adaptado a una enorme diversidad de ecosistemas.

Según su método de obtención de la materia orgánica (carbono), los hongos se clasifican en:

  • Saprófitos → descomponen materia orgánica.
  • Micorrícicos → se asocian con determinados vegetales para prestarse ayuda mutua.
  • Parásitos → colonizan otros seres vivos.

En el transcurso de las investigaciones en micología se constató que no todas las especies encajan en su totalidad en un de estos métodos. El la Figura 1 se muestra la distribución de algunas especies que tienen un comportamiento alimenticio intermedio entre las categorías nombradas.

¿En qué se diferencia un shiitake de un boletus?
Figura 1. Distribución de diferentes especies de hongos según su método para obtener materia orgánica. Modificado de Morcillo, M. y Sánchez, M. (2004). ¿Por qué es tan difícil cultivar hongos micorrícicos comestibles? Terralia, 45: 80-85.

1. Los hongos saprófitos

del griego sapros (putrefacto) y phyton (planta), son los que degradan materia orgánica haciéndola accesible al ataque de microorganismos heterótrofos, que con su intervención completan el ciclo de la materia retornándola al humus.

Ejemplos son: shiitake (Lentinula edodes), seta de ostra (Pleurotus ostreatus) o Armillaria mellea, que una vez consumida la materia orgánica en descomposición se desplaza a árboles vivos llegando a matarlos, convirtiéndose por lo tanto en un parásito.

¿En qué se diferencia un shiitake de un boletus?
Figura 2. Shiitake (Lentinula edodes) cultivado sobre un tronco de roble.

Esta categoría se subdivide en subgrupos en función de la naturaleza de la sustancia sobre la que se desarrollan y viven los hongos: fimícolas o coprófilos (excrementos), humícolas (restos vegetales en descomposición), lignícolas (madera muerta, ramas, tocones), terrícolas (tierra sin vegetación y sin humus), pratícolas (hierba), folícolas (hojas), pirófilas (terrenos quemados), cortícolas (corteza de árboles).

2. Los hongos micorrícicos

del griego mycos (hongo) y rhizos (raíz), se asocian con las raíces de plantas superiores recibiendo azúcares resultantes de la fotosíntesis. A cambio aumentan la superficie de absorción de agua y nutrientes de las raíces en el suelo, estimulando el crecimiento y nutrición de las plantas, aspecto que facilita su desarrollo en ambientes degradados.

La mayoría de raíces micorrizadas se encuentran en la capa superficial del suelo, siendo las condiciones ambientales un factor determinante en la tasa de micorrización.

Una especie de hongo puede asociarse exclusivamente con una especie de planta o por el contrario formar la simbiosis con diversas especies; por ejemplo, Boletus edulis (Figura 3) que, entre otros, puede formar micorrizas con castaños, robles, pinos y abetos.

¿En qué se diferencia un shiitake de un boletus?
Figura 3. Boletus en un souto.

3. Los hongos parásitos

del griego (comensal), colonizan vegetales, animales u otros hongos sin proporcionarles un beneficio o incluso causándoles un perjuicio, incluida la muerte.

Los hongos constituyen un porcentaje elevado de la totalidad de parásitos vegetales, ya que poseen un arsenal de enzimas y toxinas que son capaces de vencer las defensas de los organismos parasitados.

Ejemplos son: los hongos causantes de oídio, o Cordyceps militaris, que parasita insectos.
Se pueden distinguir tres tipos en función de qué parasitan: árboles (provocando la podredumbre), animales u otros hongos.

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