El hombre con sus actividades a lo largo de siglos ha sido vector o portador de muchos seres vivos que de otra forma difí­cilmente se podrí­an trasladar de continente en continente; este es el caso de los hongos causantes de la enfermedad de la “tinta” y del “chancro“que afecta al castaño y en algunos casos a otras plantas. Hoy dedicaremos nuestra atención a la enfermedad de la “tinta”.
Los hongos causantes de esta enfermedad pertenecen al género Phytophthora y al ser hongos del suelo su movimiento lo realizan a través del mismo o del agua de lluvia o de riego, ya que tienen la capacidad de nadar en su forma de zoosporas (esporas con flagelos).
En el siglo XVI los portugueses comercian en exclusiva con los paí­ses de oriente llegando desde India hasta Japón. Buscan las especies (canela, clavo, pimienta…) tan importantes para conservar y condimentar los alimentos y cuyo precio era similar al del oro, llegando a Europa a través de los árabes. Con ese interés económico y estratégico nace la intención de traer a Portugal las plantas productoras de estas especies y lo realizan transportando planta viva en barricas llenas de tierra para soportar los seis meses que duraba el viaje.
En esas barricas llegan estas especies de hongos a Portugal y empieza su expansión por pazos y jardines donde se instalan estas plantas en lugares cálidos y húmedos; en esas mismas condiciones vegeta el castaño europeo (Castanea sativa), al que causa fácilmente la muerte.
A comienzos del siglo XVIII tenemos noticias de la presencia de esta enfermedad en Plasencia (Cáceres), localidad  muy próxima a la frontera portuguesa, matando a los castaños y destruyendo uno de los pilares más importantes de la economí­a de estas áreas de montaña.
El mal avanza en varias direcciones y tenemos noticias de su llegada al sur de Galicia en ese mismo perí­odo destruyendo los castañares del litoral. Desde aquí­ la expansión lenta pero constante llega a toda la pení­nsula y pasa en poco tiempo a otros paí­ses de Europa.
El daño causado sobre estos ecosistemas destruyendo millones de estas plantas  fue enorme y obligó a buscar resistencias con los hí­bridos de castaños que se obtuvieron cruzando castaños de oriente con el castaño europeo, labor comenzada por Cruz Gallastegui en la Misión Biológica de Galicia. En Japón y China estos hongos estaban conviviendo con otros tipos de castaño (Castanea crenata y C. mollisima) que por evolución presentaban resistencia natural a su ataque.
Desde entonces y en la actualidad el hombre es el responsable del transporte de este hongo mediante el comercio de la planta, el uso del estiércol, la tierra en las plantas o en los medios de transporte. Dado que en la actualidad la expansión de este hongo por la pení­nsula se puede considerar total, es importante utilizar en las plantaciones material genético resistente y aplicar los mejores sistemas profilácticos que impidan transportar este hongo a lugares donde aún su ataque no es importante.
En HIFAS DA TERRA disponemos de planta resistente a esta enfermedad procedente de reproducción asexual a partir de hí­bridos. Además procedemos a la micorrización reiterada de estos castaños, con lo que los dotamos de una mayor resistencia a esta plaga. Nuestras plantas han sido seleccionadas entre los cinco mejores clones de castaño para producción de madera de calidad y castañas de gran calibre y aptitud para su venta en fresco e industrialización. Fruto de nuestros proyectos de I+D hemos concebido una colección de castaños (la colección Terra) que además de ser resistentes a la tinta aportan una producción óptima de fruto, madera y castaña.
De todas formas, no olvidemos que una planta que vegeta en malas condiciones es más susceptible de que estos patógenos le afecten por lo que tenemos que cuidar la plantación y posteriores tratamientos.

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