En relación con la mayor o menor presencia de agua en el suelo, las especies forestales requieren unas condiciones edáficas que en muchos casos difieren fuertemente unas de otras y que las hacen más o menos sensibles a la sequia o al anegamiento. Esto, que se sabe de siempre, nos permite, a la luz de nuevos trabajos, justificar algunos problemas sanitarios que se presentan con el castaño en nuevas plantaciones.
La presencia de una capa freática creada por una capa impermeable de suelo a poca profundidad lleva aparejada un exceso de agua estancada a nivel de la raíz en tiempos de lluvia y una desecación fuerte en momentos de estío. En un caso la planta sufre de anoxia a nivel radical por ausencia de oxígeno desplazado por el agua y en el otro sufre de seca por la ausencia de la misma agua.
Lo que ahora sabemos a más, siguiendo al profesor J.A. Pardos (1), es que con abundancia de humedad excesiva en los suelos se producen una serie de cambios físicos, químicos y biológicos que dan lugar a la aparición de gases tóxicos como, metano, dióxido de carbono, sulfuros que junto con el etileno, dañan la fisiología de la planta presentando en estas síntomas peculiares tanto a nivel del tallo como en la superficie foliar.
SÍNTOMAS
En el castaño a nivel del tallo se caracteriza por la presencia de manchas negruzcas en la epidermis cortical y la presencia de estomas cerrados y lenticelas hinchadas formando edemas; al corte del tallo, en el floema, se observa una tinción grisácea y un cierto olor a putrefacción causada por bacterias que se aíslan en cultivos. Las hojas detienen su crecimiento y adquieren un color amarillento perdiendo turgencia y presentando las nerviaciones muy visibles; estas hojas se mantienen unidas a la planta a lo largo de varias semanas.
EXPERTOS EN CASTAÑOS
Nuestra amplia experiencia en Hifas da Terra con el castaño nos dice que esta planta es muy sensible tanto al exceso como al déficit prolongado de agua, razón por la que requiere suelos frescos pero bien drenados; dentro de esto, en los últimos años, asistimos a una reforestación de tierras que proceden de pastos y que los agricultores consideran de buena calidad para la producción de hierba pero que nos llevan a grandes fracasos en los primeros años cuando se plantan de castaños.
A la luz de la nueva información interpretamos que en estos suelos de pastos las condiciones edafológicas presentan una clara característica marcada por el laboreo, materia orgánica y pisoteo del ganado que producen una fuerte retención de agua en temporadas de lluvia, aguas que drenan fácilmente hacia el hoyo de plantación en donde se produce la anoxia del sistema radical y en la que el etileno se difunde 10.000 veces más que en el aire causando daños en las raíces.
En épocas de sequia el suelo retiene poco agua y la competencia de la hierba que se cría abundante hace que la planta no disponga de suficiente recurso hídrico.
¿Ante estas situaciones cual debiera ser la actuación más idónea en la instalación de una plantación de castaños?
- Primero conocer la capacidad de retención de agua de ese suelo para proceder a drenarlo si es necesario. Posiblemente pasar un subsolador cruzado sería una buena labor.
- Segundo plantar la planta sin enterrarla demasiado, como mucho darle el nivel que traía del vivero.
- Tercero eliminar la competencia de la hierba en lo meses de sequia mediante un deshierbe químico cuidadoso con un herbicida de contacto en el entorno de la planta.
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